lunes, 30 de junio de 2008

Mercredi .

Dormía mirando la ventana, con el fin de volar aunque fuese en sueños. Cerraba los ojos y la nada ya no era oscuridad, sino más bien la parte más clara de su agitado día.
¿Acaso el único camino hacia la libertad, se encuentra del otro lado? solía preguntarse.
Hasta que un día, cansada de lidiar con los discursos baratos y presiones absurdas, decidió saltar y que el destino decidiese el final de su cuento mal narrado...
Ella es ahora, un pájaro de su eterna libertad.

domingo, 29 de junio de 2008

Pequeño relato de un mundo ferpecto.

Jardines de frutos prohibidos,
Un encuentro de cielo con el mundo dormido.
Un pequeño duende que deshoja sus pasiones,
Donde las fragancias son cantos de gorriones.

Despierta que no es un sueño,
La madre tierra te ha echado sus colores,
Aunque el mundo te de por perdido,
Intenta escapar del viejo ruido.

Un sueño donde los ojos son de gatos,
Y los colores puros garabatos,
Donde las manos no tienen sentido
Y los peces descubren su propio ombligo.

Que los ojos no despierten tu apetito.
Que tus cuentos no mueran en un grito.
Hay más allá de las voces del encanto
Hay más allá y esta todo en un canto .

ojalá .

Que en tu aire de paciencia
No caiga el tiempo,
Corrompiendo tú silencio
Terminando en la inconciencia.

Ti.empo.

Mi respiración agitaba al agua,
Y las gotas marcaban el principio
De una espera interminable...
Buscando que el presente
Tenga solo lo mejor del pasado
Y todo aquello que deseaba para el futuro…
Y la última gota calló
Y como pensaba,
El tiempo que esperaba nunca llegó…

Ella nace por entre las sombras,
Llega, se balance y se va,
Una suave brisa toca mi cara,
Pero ella solo llega, se balancea y se va.

Vi a tus ojos,
perderse en el misterio,
del recuerdo que olvidó.

jueves, 26 de junio de 2008

Moonlight,

Ella quiere invertir,
En el negocio de la risa
No tiene cuentas bancarias,
Ella no es más que una poetiza.

A juego libre,
Piel de tiza,
Corazón blanco,
Sin camisa.
Manos de ave,
En la cornisa.
Sueños que luego
se hacen trisas.

Ella no suele apostar,
En el tablero del incierto,
Ella prefiere jugar,
Con lo que no ha descubierto.

Cañón cargado de balas,
Que juegan sin llevar la prisa,
Cañón cargado de nada,
Lleno de polvo y sin ceniza.

Cuando ella quiere bailar,
Se canta sola para Elisa.
El mundo se hace escenario,
Ella logro sentir la risa.

Flor de metal .

Pequeñas flor de metal,
Que he plantado en mi jardín,
Mira los pétalos tristes
Llorando sobre mí,
Que tanto han sabido durar,
Que no han podido de la lluvia escapar.
Por eso te he plantado,
Para que no me hagas sufrir,
Para que seas eterna,
Y yo te vea reír.
Tus pétalos me provocan tristeza,
Ya que no saben bailar,
No sienten el viento,
No pueden volar.
Pero tú tendrás algo
Que ninguna flor podrá lograr,
Tendrás todo mi cuidado
Y Tu eterna libertad.
Yo te haré cambiar,
Tú serás del viento
Y también de metal,
Tendrás tu propia risa, y
También sabrás llorar,
Crearas tus propias melodías
Y aprenderás a cantar,
Soñaras y reirás conmigo frente al mar,
Serás parte de mis bosques,
Serás testigo de la sal.
Actuaras para mí en cada noche estrellada,
Serás el llanto de cada luna emocionada,
Brindaras conmigo por cada noche pasada,
Futura, y por aquella vez en la que juntas
Tocamos el cielo con los pies en el suelo,
Y luego nos echamos a nadar .

Little baby of the moon.

Una suave melodía
Te trae ante mí
Cada gota de la lluvia
Te hace transparente aquí.

El aire cansado,
El cielo cerrado
Y yo ante la miel
Que descansa a tu lado.

Trataré de endulzarte el llanto,
Con una sonrisa que te contagie el canto.
Tu voz abrirá el cielo
Y tu risa sembrara el suelo.

Poco después de esta tormenta,
Entre las nubes ya despiertas
Vas cantando bajito,
Vas creciendo de a poquito .

Y en tu recuerdo guardare
A la primavera.
Y en tu mirada,
todo el resto que me queda...

Agua primavera árbol café.

· Agua

Un paso, luego otro, cada segundo perdido se escabulle entre sus pies, luego camina, cree hacerlo rápido pues así nada pasa, nadie cabe entre sus pasos. Los autos lo asustan, lo obligan a detenerse, entonces respira, descubre que lo había olvidado, algo vital, respirar... Piensa en todo aquello que olvida, que ya no piensa pero aún camina, cierra sus ojos y palabras como… agua primavera árbol café, ocupan toda su mente. Los autos se detienen permitiéndole correr, huir nuevamente, su corazón aumenta la pulsación como quien escapa de su propia muerte, como quien escapa de su propia sombra, como quien escapa de si mismo. Llueve… piensa que extraño y que casual que resultan las gotas ya que llevan incontables cantidades de agua, aquello primero que tocó su mente cuando pensó en las cosas olvidadas, entonces decide que ya no quiere caminar.
Un bonito cordón de vereda se queda junto a él, el tiempo pasa igual o casi tan rápido como cuando corría, pero sucede que ya no importa, que solo la lluvia importa, entonces piensa y se contradice ¿porque correr?, ¿de él?, ¿de ella?, ¿de todos?, ¿de nadie?, ¿de mí?, de ti…
Un ligero viento, cubre sus tobillos, enfría, congela, entibia y luego se va… Ya no queda nada, ni siquiera aquella sensación contradictoria que alguna vez rozó su piel. Solo queda el tiempo, un cordón de vereda, un reloj que no deja de girar y las estaciones que llegan y se van. De pronto primavera, un perfume, un viejo pero cercano perfume. Cierra los ojos y recuerda que alguna vez se ha enamorado y que precisamente ese aroma adornaba sus cómplices miradas, entonces descubre que ya no existe tal amor, pero aun así, si su perfume… Entendió que su amor ha sido como cada gota de lluvia que ha caído en la ciudad… Grita y llora. Luego resbala por pieles ajenas, descubre, encuentra, pero cae…
Y aquel calor que las hizo nacer hoy las evapora logrando perder aquello que fueron algún día.

· Primavera

En la madrugada
Encontré un amor,
No guarde su sueño,
Pero si su dirección.

Llevaba con ella,
Una linda canción,
Repetía entre sus versos,
Que solo quería amor.

Sin mirarme,
Retrocedió a buscarme,
La tomé de la mano,
Me ayudo a encontrarme.

Estoy ahora,
Aprendiendo a llorar,
Me enseña entre las tardes,
A sentir sin lamentar.

Quiero enseñarle
Que también sé sonreír,
Voy a contarle,
Una historia que nunca tenga fin.


· Arbol
Fue en aquel árbol de hojas secas (pero aún verdes, por imposible que parezca), donde escribieron sus nombres, mientras se juraban amor eterno. Sus lágrimas de felicidad al igual que ellos, comenzaron a perderse en la tormenta. Así fue que se echaron a correr, perdiéndose en la lluvia todo resto de poema o canción que el tiempo podría conservar. Corrieron sobre charcos, corrieron entre nubes, nadaron en la sal y aún así todo esto no fue suficiente, distanciados ellos quedaron, se extraviaron en el mar. Estación tras estación, el tiempo los supo cuidar, y de todo sentimiento de dolor los quiso librar.
Algunos reyes, otras reinas, siempre en la cima debieron estar, para olvidar lo que el tiempo lentamente les hizo borrar. Las horas cambiaron y como todos sus recuerdos en el olvido quedaron. Perdidos, extraviados ellos nunca se encontraron. Buscaron en fotos, buscaron en sueños, en pequeñas porciones de jardines de hielo… Perdidos quedaron, por no saber buscar, en aquellos rincones a los que el tiempo no puede llegar.

· Café
Tiempo después, se encontrarían en aquel café, por aquellas casualidades que el tiempo les ha sabido regalar. Mirándose lenta y desconfiadamente empezaron a entender, que en sus ojos ya no se podrían perder. Así fue como se levantándose de sus sillas comenzaron a llorar. Extrañando y esperando aquel abrazo perdido que el tiempo les quiso quitar. Allí estaban juntos de nuevo, sin saber porque. Reían aunque no entendían, lloraban pero aun se amaban. Seguirían juntos por extraño que fuese entregarse a unos ojos de un desconocido café.

Des.encuentro

Hoy te vi entre las nubes,
Tratando de olvidar
Llevabas un extraño atuendo,
Te escondías en el mar.

Eras parte de una tormenta
Que no ha podido despegar,
Eras parte del vuelo de aquellas aves
Que volaban sin mirar.

La tormenta no cesaba
Y tú no sabías como llorar,
Veías gritar al cielo
Pero no lo podías escuchar.

He visto una gota correr por tu cuerpo,
Te he visto entre las nubes volver a brillar,
Sonreí al verte en el tiempo,
Lloré por no llegarte a abrazar.

Quedo una estela perdida,
Una lagrima sin sabor a sal.
Quede entre las sombras, tendida,
Soñé que te volvía a encontrar.